El entrenador alemán quedó en el centro de la escena...
El primero en soltar la bomba de la polémica en FC Barcelona, luego de quedar eliminado de la Champions League contra el Inter de Milan fue Pedri. El mediocampista destrozó al árbitro del encuentro, Marciniak, y no se guardó nada: "No es la primera vez que nos pasa con este árbitro, la UEFA debería mirarlo. Hay cosas que no entiendo y son complicadas de explicar. Todas las 50 - 50 fueron para ellos. En el penal a Lamine, que luego ha sido falta, no saca tarjeta amarilla a Mkhitaryan, que hubiera sido la segunda. El equipo lo ha dado todo y se merecía estar en la final...".
Luego de Pedri, fue Hansi Flick quien levantó la voz: "No quiero hablar mucho sobre el árbitro. No sería justo para mi equipo, que ha hecho un gran trabajo. Ya le he dicho lo que pensaba de su actuación. Cada decisión que tomaba que era 50-50 era para ellos. Es como ha sido. Pienso en ello, en las decisiones arbitrales pero no quiero hablar de ello. No es justo para mi equipo, que hizo un trabajo enorme".
Y por último, Joan Laporta, presidente del FC Barcelona, fue contra Marciniak: "Básicamente no pudimos pasar a la final por decisiones arbitrales que nos perjudicaron. Pero esto nos tiene que hacer más fuertes para que tengamos la mentalidad que hace falta para ganar LaLiga".
Marciniak hizo arder al FC Barcelona.
Lo cierto es que FC Barcelona encontraron en Marciniak, el culpable de la eliminación y no piensan olvidarlo. El punto es que por primera vez en mucho tiempo, un árbitro sale a responderle a un club y esta vez, Marciniak estalló porque le dio al FC Barcelona donde más duele.
"Sus comentarios son ridículos. ¿Qué puedo decir de estos comentarios estúpidos? No le hice daño a nadie. Lo de Flick y todo el equipo del FC Barcelona es ridículo. El tercer gol del Inter fue legítimo. ¿Qué debe revisarme la UEFA? Estoy dispuesto a todo en este caso...", lanzó Marciniak.
Lógicamente, las palabras del árbitro indignaron más todavía al FC Barcelona, que todavía no puede entender cómo se escapó la clasificación a la final de Champions League de sus manos. De esta forma, la impotencia por el supuesto mal arbitraje de Marciniak continúa, mientras tanto FC Barcelona tendrá una prueba de fuego contra Real Madrid en LaLiga.