Boca se hunde y Riquelme fue al vestuario: la insólita frase que le dio al plantel
El presidente de Boca en su peor momento
Desde que llegó como presidente, Boca Juniors atraviesa sus peores años. La imagen de ídolo intocable por lo hecho dentro del campo de juego empieza a deteriorarse con las decisiones que toma fuera del mismo y en el cargo dirigencial más alto de todos. La realidad es que Juan Román Riquelme ha decepcionado a todos los hinchas de Boca con la forma de gestionar el club y principalmente, el fútbol profesional.
Constantes cambios de entrenadores, futbolistas que no están a la altura del club, desorden interno, un poder concentrado en sus decisiones y una sequía de títulos y triunfos importantes que es crítica. Para la mayoría de los hinchas de Boca Juniors, la solución pasa por un extremismo que no sucederá: llamar a elecciones. Para muchos, la situación es irremontable porque los errores fueron muy grandes, en cantidad y las humillaciones deportivas son una tras otra.
El golpe recibido en Copa Argentina contra Atlético Tucumán fue uno más en esta temporada. Tras quedar afuera de la Conmebol Libertadores contra Alianza Lima y tras perder con Racing, con River e Independiente por el Torneo Apertura, Riquelme coleccionó otro fracaso.
Boca Juniors perdió 2-0 en Santiago del Estero, quedó eliminado de la Copa Argentina y las vías para entrar a la Libertadores 2026 son dos: salir campeón del Torneo Clausura o clasificar por puntos en la tabla anual. No obstante, el hincha no soporta más.
Luego de perder contra Atlético Tucumán, Riquelme bajó al vestuario y dialogó con los futbolistas, bajando un mensaje insólito: "La situación se revierte únicamente ganando. Paredes y Cavani son estrellas y tienen que ser campeones en Boca. El que no se quiera quedar, que esta misma tarde manifieste eso y la puerta está abierta...".
Obviamente, el aviso de Riquelme cayó mal en el plantel porque llenó de presión a Paredes y Cavani, mientras que al resto los amenazó con marcharse de Boca Juniors. La particularidad es que si hay algo que destacó a Riquelme es el temor para tomar decisiones internas. El presidente de Boca demostró tener poco tacto, ignorar al hincha y tomar medidas polémicas que atentan contra la grandeza del club.
Riquelme y Russo, responsables de Boca.
Los cuestionamientos a Russo son cada vez más grandes y el ciclo parece cumplido a solo dos meses de haber asumido. Riquelme se hunde pero es el ancla de un Boca que no podrá escapar de él hasta diciembre del 2027, momento en el que habrá elecciones.
Por el momento, River disfruta de este presente del rival de toda la vida e irónicamente pide la continuidad eterna de Riquelme. En el mientras tanto, la directiva boquense vive midiendo la paciencia del hincha, que cada vez está más cerca de explotar...
Ver más: Minuto 94, Neymar hizo su festejo, rompió todo pero nunca fue gol de Santos
Esta nota habla de:
