Neymar bestia: Salvó al Santos del descenso y jugará la Copa Sudamericana

El Santos de Neymar vivió en estas últimas fechas del Brasileirao una auténtica montaña rusa emocional. El equipo paulista llegó a la jornada final con la soga al cuello, sabiendo que cualquier tropiezo podía enviarlo directamente al abismo de la Serie B. En la antepenúltima fecha incluso había caído a zona de descenso, algo impensado para un club de tanta historia. Con este panorama, el Peixe necesitaba ganar sí o sí para no depender de nadie y asegurar su permanencia en la máxima categoría del fútbol brasileño.

Y lo consiguieron. En una tarde cargada de tensión, el Santos venció 3-0 al Cruzeiro, en un partido que se resolvió con autoridad y carácter. El equipo mostró una versión sólida, firme y decidida, muy distinta a la que se había visto semanas atrás. El triunfo, además de garantizar la continuidad del club en Primera, significó un desahogo absoluto para la hinchada, que acompañó masivamente pese al sufrimiento acumulado durante todo el campeonato.

La historia tuvo un condimento extra: la presencia de Neymar. El crack brasileño se había lesionado dos fechas atrás, pero aun así decidió forzar físicamente y estar disponible para los últimos encuentros. Contra todos los pronósticos, asumió el riesgo y salió a la cancha cuando el equipo más lo necesitaba. Su compromiso fue total. En la fecha anterior incluso había marcado un hat-trick que resultó determinante para que el club llegara con vida a esta finalísima.

El esfuerzo del astro no fue en vano. El Peixe no solo logró salvarse del descenso, sino que además recibió un premio inesperado. Los resultados en otras canchas jugaron a su favor y permitieron que el equipo escalara posiciones de manera sorprendente. Así, el Santos terminó clasificando a la Copa Sudamericana del próximo año, un logro impensado apenas unas semanas atrás, cuando el temor a perder la categoría se respiraba en cada rincón del club.

Tras el pitazo final llegó el momento más esperado: escuchar la palabra de Neymar, quien se emocionó profundamente a la hora de expresar sus sensaciones. "Era lo que yo esperaba de nuestro equipo desde el comienzo del Brasileirao. El Santos merece mucho más, merece estar en el 'top'", afirmó el delantero, visiblemente aliviado por haber cumplido con el objetivo y por el esfuerzo colectivo que mostró el plantel cuando la situación más apretaba.

El brasileño también se sinceró sobre su situación personal, reconociendo el desgaste emocional que vivió en estas semanas tan turbulentas. "Mentalmente estas últimas semanas han sido muy difíciles para mí, por eso quiero dar las gracias a Dios. Ahora voy a someter a una pequeña cirugía en la rodilla", reveló el crack, dejando en claro que carga con molestias que venía arrastrando desde hace tiempo. Aun así, nunca dudó en ponerse al servicio del equipo cuando más falta hacía.

Lo único que no despejó fue su futuro inmediato. Con miles de hinchas atentos a sus palabras, Neymar evitó confirmar si seguirá ligado al club en 2026 y dejó una frase que generó más incertidumbre. "Ahora es momento de descansar y luego tomaré una decisión. Mi corazón es del Santos y siempre estará en el primer lugar", cerró, dejando abierta la puerta para cualquier escenario en las próximas semanas.

Así terminó una temporada sufrida, tensa y emocionalmente agotadora para el Santos, que pasó del infierno a la esperanza en apenas dos fechas. Con Neymar como bandera y protagonista silencioso, el club logró esquivar el descenso y, de regalo, volverá a jugar un torneo internacional. Una historia que el hincha no olvidará fácilmente.

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