Desde Brasil le comunicaron a Ancelotti la decisión.
La etapa de Carlo Ancelotti en la Selección de Brasil atraviesa un momento decisivo. El entrenador italiano llegó al país sudamericano después de cerrar su ciclo en el Real Madrid, donde dejó una huella imborrable. Sin escalas, asumió un desafío enorme: levantar el rendimiento de una Canarinha que venía golpeada, lejos de su nivel histórico y peleando en las Eliminatorias Sudamericanas para asegurarse un cupo rumbo al próximo Mundial. Su arribo generó impacto inmediato y renovó el ambiente de trabajo en un plantel que buscaba aire fresco y liderazgo.
Desde sus primeros entrenamientos, Ancelotti logró ordenar conceptos, ajustar funcionamiento y devolverle confianza a un equipo que había quedado atrapado en dudas colectivas. La mejora futbolística fue evidente con el correr de los partidos: Brasil empezó a encontrar ritmo, claridad y determinación, algo que el público pedía a gritos. Finalmente, la selección consiguió el boleto al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá, un alivio gigante después de meses de tensión y resultados irregulares. Con esa clasificación, la ilusión volvió a instalarse en cada rincón del país.
Quieren que Ancelotti sigua post Mundial
La realidad es que a Carletto lo llamaron para una sola cosa: ser campeón del mundo. No hay grises en Brasil, un país que vive el fútbol con una exigencia única y en donde cualquier puesto que no sea el primero es considerado un fracaso. Eso lo saben todos: jugadores, dirigentes, hinchas e incluso el propio entrenador. Por eso, más allá del impulso que generó su llegada, el análisis interno sigue siendo duro, frío y orientado al objetivo final. La presión existe y será aún mayor a medida que avance la cuenta regresiva hacia la Copa.
En los medios deportivos brasileños surgió en las últimas semanas una pregunta constante: ¿seguirá Ancelotti al mando de la Canarinha después del Mundial? La duda instaló debates, opiniones divididas y especulaciones sobre un futuro que, por ahora, no tiene respuesta definitiva. La continuidad del técnico se transformó en un tema recurrente en programas, portales y transmisiones. La expectativa es enorme porque se sabe que un proceso a largo plazo con un entrenador de su perfil podría marcar una diferencia estructural rumbo al futuro.
Este viernes, desde ESPN Brasil, soltaron información de peso: en la CBF ven a Carlo Ancelotti como el líder ideal para continuar más allá del Mundial, pase lo que pase. La idea de la dirigencia es ofrecerle una renovación para encarar un proyecto a mediano plazo, pensando en consolidar una identidad estable que el fútbol brasileño viene reclamando desde hace años. La visión federativa es clara: creen en él, valoran su metodología y lo consideran la persona adecuada para sostener la reconstrucción.
A pesar de ese respaldo, también existe la sensación de que mantener el cargo en caso de una eliminación dolorosa en Estados Unidos sería difícil de sostener desde lo emocional y mediático. Incluso para un técnico con la espalda de Ancelotti, la presión podría convertirse en un factor determinante. Por eso, el propio entrenador prefiere no adelantar decisiones: se siente cómodo en su puesto, disfruta del proceso, pero sabe que todo quedará supeditado al rendimiento del equipo en el torneo más importante del planeta.
Lo cierto es que, más allá de cualquier especulación, Carletto tomará una decisión una vez finalizado el Mundial. Tiene por delante seis meses cruciales para preparar a Brasil con absoluta dedicación, afinando detalles, potenciando figuras y fortaleciendo la idea colectiva. El camino no será sencillo, especialmente porque la selección terminó quinta en las Eliminatorias Sudamericanas, por detrás de Ecuador, Colombia y Uruguay, con 28 puntos que la dejan expuesta en el sorteo mundialista ante rivales de enorme potencia. El desafío recién empieza, y todos en Brasil lo saben.
Carlo Ancelotti, con contrato hasta después del Mundial 2026, el italiano deja la puerta abierta a continuar:
— zerozero.com.ar (@zerozeroar) November 18, 2025
"Si la idea es seguir adelante, no hay problema".
Además, advierte sobre su valor futuro. #Ancelotti #Brasil #Selección #Mundial2026 #Fútbol pic.twitter.com/7Dboa0mgXj
En ese contexto, el sueño del pueblo brasileño sigue intacto. Con Ancelotti a la cabeza, la Canarinha vuelve a sentirse candidata, vuelve a imaginarse levantando una Copa que se resiste desde 2002. El tiempo dirá si este proyecto tendrá continuidad más allá del Mundial o si será un capítulo único en la historia del fútbol brasileño. Lo que está claro es que la apuesta es fuerte, la confianza es alta y el desafío, gigantesco. Y en Brasil, ya lo dejaron en claro: lo llamaron para ser campeón. Nada más.

