Histórico, épico: Racing le gana a River el mejor partido del año en Argentina

 La expectativa era total, la tensión llegó al punto máximo y la realidad es que Racing y River Plate jugaron un partido espectacular en el Cilindro de Avellaneda. El emparejamiento de los octavos de final hizo chocar a ambos equipos en un partido único, por un lugar en cuartos de final y lo que parecía una tarde de pesadilla para Racing, acabó en una jornada histórica, épica e inolvidable tras ganar 3-2.

En el primer tiempo, el comienzo fue inmejorable para Racing porque a los tres minutos se puso en ventaja por un centro de Gabriel Rojas, que fue conectado de cabeza por Santiago Solari. Un golpe letal al partido que River costó asimilar. 

Sin embargo, con el paso de los minutos, River fue creciendo en ataque aunque sin mucha claridad. El equipo de Marcelo Gallardo, mostró rebeldía, actitud, pero como a lo largo de todo el año, le faltó fútbol y lo sufrieron Salas y Driussi, que no tuvieron chances para empatar.

Racing pudo aumentar la ventaja pero Franco Armani estuvo seguro en determinadas jugadas y Racing se llevaría la ventaja al entretiempo. No obstante, la historia sería distinta en el complemento porque Racing nunca controló el partido, River se apoderó de la pelota y Marcelo Gallardo hizo dos cambios trascendentales: ingresaron Subiabre y Juanfer Quintero. 

Apenas un par de minutos después de esos cambios, River rompió el partido en mil pedazos. Al minuto 62, Subiabre recibió en el área, controló y sacó un zurdazo demoledor para Cambeses. Luego de ello, dos minutos más tarde, Juanfer Quintero tomó un rebote en el borde del área y con toda su calidad, la colocó contra un palo: 2-1 para River. 

Ante semejante shock, Racing se vio atormentado. El equipo de Costas pasó de ganar el partido a perderlo en cuestión de 120 segundos. Racing tuvo que reiniciarse, Costas hizo cambios ofensivos y no quedó más opción que ir con todo por el empate. 

Luego de tanto ir, al minuto 73, Toto Fernández escapó por izquierda, lanzó un centro que se desvió en Lucas Martínez Quarta y se metió en el arco de Armani, que no pudo hacer nada para evitar el 2-2. A partir de esa igualdad, Racing se transformó una vez más.

La Academia se llevó puesto a River, lo borró del partido y con actitud, fútbol, y personalidad, lo hizo padecer el desenlace más cruel. En la última jugada del partido, cuando ya no había más tiempo, Martirena se fue por derecha, eludió a su marcador y sacó un remate feroz que Armani tapó, pero el rebote le quedó servido y la explosión fue total: Racing 3-2. 

El uruguayo volvió a marcar un gol clave en la historia de Racing y este sirve para la clasificación a cuartos de final del Clausura. Por el lado de River, la crisis se profundiza fuertemente porque ya no saldrá campeón de nada y solo jugará la Copa Libertadores si Boca Juniors o Argentinos gana el campeonato.

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